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Si no sanas tus heridas, sangrarás sobre personas que nunca te hicieron daño. Debes curarte del dolor que te causaron, identificando lo que te generó ese sufrimiento, siendo consiente de lo que ese sufrimiento significó para ti, todo lo que te enseñó y lo que no quieres volver a vivir; para poder tener la tranquilidad de recordar sin que haya necesidad de llorar y puedas continuar de manera más liviana sin entregarle culpas a quienes nada malo te han hecho.