67
Sanar es un proceso largo, pero no imposible. Llora todo cuanto sea necesario, limpia con tus lagrimas las amarguras que tengas en el corazón y ya con más calma deberás tomarte el tiempo para analizar la situación que te provocó tanto dolor, rescatar la lección y aplicarla en situaciones venideras; analiza en qué parte pudiste haberte equivocado y qué es lo que no volverás a permitir que suceda. Ten paciencia, poco a poco sanarás.