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Quien no tropieza con piedras en su recorrido, no ha caminado lo suficiente, no ha intentado hasta el cansancio lograr sus objetivos, ha permanecido inmóvil al borde del camino viendo pasar a los demás por temor a tropezar y resbalar, pero de eso se trata la vida, de aprender de las caídas y levantarte con una lección aprendida siendo más fuerte, siempre debemos tener presente que de cada error se aprende.