177
Lo que no se comparte se pierde, lo que se brinda de corazón se multiplica. Por eso es que debemos ofrecer lo que más abunde en nuestro ser, esparcir nuestro conocimiento, la alegría y amor que tengamos con quien más podamos; dejar los buenos ejemplos sembrados como semillas en los corazones de quienes nos rodean, con el fin de que esto se multiplique y contagie entre la mayor cantidad de seres humanos.