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Las huellas de las personas que alguna vez caminaron juntas, nunca se borran. Los bellos momentos que se disfrutaron y las dificultades que juntos vencieron jamás se quitan de la memoria, allí estarán a pesar de que el tiempo las separe. La complicidad mutua y ese amor que les sirvió de bastón para caminar, nunca se borrarán.