El pasado nos enseña a corregir detalles para seguir avanzando hacia el futuro. Las lecciones que obtenemos del pasado son valiosas y estas nos permiten perfeccionar los detalles sobre nuestras acciones y decisiones. Al reflexionar sobre las experiencias vividas, podemos identificar los errores cometidos y aplicar nuestros conocimientos, en mejorar nuestro presente y futuro inmediato.