229
Cuida con dulzura y paciencia tu jardín interior. Dedícale el mismo tiempo que le dedicas al mundo exterior, cuida tus valores, tus pensamientos, tus sentimientos, dándole un espacio a tu mente para relajarse y a tu corazón para sentir de verdad; no descuides todo aquello que permanece en ti, alimenta tu esencia con alegría, ama tu ser y disfrutarás más de tu preciosa vida.