265
La amistad y el amor florecen donde las personas son honestas. Donde se brinde sinceridad mutuamente, hablando con el corazón sin ánimo de herir al otro y diciendo la verdad por mucho que a veces nos duela, allí es donde esos sentimientos perduran. Las mentiras no son buenas para ninguna relación, éstas con el tiempo dañan la comunicación, matan la confianza y terminan por marchitar hasta el afecto más sincero.