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Ya no pienso en ti antes de dormir. Ya no eres ese pensamiento que solía colarse al final del día para robarme el sueño. Poco a poco y sin darme cuenta fuiste perdiendo ese lugar especial que ocupabas en mi mente y en mi corazón. Mi tranquilidad ya no depende de si sé o no sé algo de ti, tu lejanía me invitó a soltar y llenar ese espacio como mi propio amor y proyectos que tú y yo nunca hemos tenido.