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Mi vida está puesta en Dios, todo lo puedo en Cristo que me fortalece y me bendice con su amor, no me abandona. En cambio, me guía para alcanzar mis objetivos, me llena de sabiduría, me protege y siembra en mi ideas nuevas. Comienzo cada jornada con la fe absoluta de que él me cubre con su amor infinito, alimentando mi voluntad y fuerza de seguir creciendo.