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Que suerte tienen los que te ven a diario. Cuánto me gustaría verte aunque fuera de vez en cuando para poder abrazarte y sentir tu calor, escucharte sonreír muy cerca de mí, para vivir lo cotidiano junto a ti. Que suerte la mía, poder estar al menos un rato del día muy cerquita de tu presencia; espero que pronto se rompa esta distancia que nos aleja y podamos reponer todo ese tiempo en el que hemos estado separados.
