115
Que no te haga falta quien te hiere, es imposible que sigas extrañando a una persona que te lastima con palabras y desprecios, pero así es el corazón, un ciego terco que no ve la realidad, aunque la tenga enfrente, despierta de una buena vez y no permitas que te pisoteen, no pienses más en quien no siente absolutamente por ti.