254
Que Dios te abrace y te entregue la fortaleza que necesitas. Dios conoce tu dolor y está siempre dispuesto a socorrerte, brindándote fuerza, inteligencia, paciencia y soluciones. Él está contigo en estos momentos de angustia y te abraza con su inmenso amor: así que respira profundo y continúa, tu lucha no es en soledad, Dios está de tu lado.