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Mis días empiezan y terminan contigo en mi pensamiento. A lo largo del día, tu recuerdo se cuela en mi rutina y la vuelve más agradable, tu rostro aparece en mi mente acompañado por tu linda sonrisa, tus palabras y todo aquello hace que ansíe más tu compañía. Te has convertido en un pensamiento recurrente y maravilloso que me saca por completo del estrés cotidiano.