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Dios siempre te ayuda y te bendice. Sea de día o de noche, haga frio o calor, estés en tu casa o lejos de ella, Dios está acompañándote y dándote su protección, por eso nunca sucumbas ante la desesperación, simplemente dirige una oración hacia Él, para que te aumente tus capacidades y puedas resolver cualquier situación que enfrentes. Naciste bajo su bendición y nunca te desampara, recuérdalo muy bien.