24
Aún recuerdo el día en que me dejaste. Nadie nunca tomó una mejor decisión por mí. Aunque sentí que mi mundo se desmoronaba por el vacío de tu ausencia, el tiempo me llevó a entender que aunque me dolió como no te imaginas, fue lo mejor que me pudo haber pasado. Cuando te fuiste, me vi en la obligación de reencontrarme y reconstruirme, así descubrí mi propio valor y entendí que merezco algo mucho mejor. Por eso hoy ya no me lamento, al contrario, lo agradezco.