239
A donde sea, ve con confianza, porque Dios cuida siempre tus pasos. Día y noche te acompaña y te protege para que no des un mal paso, aunque a veces nos ganen los impulsos y tomemos decisiones que nos conducen a cometer algunos errores, Dios siempre estará dispuesto a brindarnos su mano para que podamos volver a levantarnos.