178
Ya no te quiero la verdad ya no existe nada, tú me enseñaste a dar silencio por amor, no puedo negar que por momentos llegas a mi pensamiento y así mismo vuelven los gratos y amargos momentos, no sé porqué soporté ese silencio interminable de tu cara, el no saber a ciencia cierta lo que sentías o pensabas, hubiera sido mejor que hablaras sinceramente y así no hubiéramos perdido ambos el tiempo.