Ten claras tus metas y también tu confianza en Dios. No pierdas tu concentración ni tu fe, sigue avanzando hacia esos inmensos anhelos que nacen de tu corazón y haz todo por traerlos a tu diario vivir; pídele a Dios que te ilumine, te proteja y te de la sabiduría que necesitas para alcanzar todos tus proyectos. ¡No pierdas la confianza en Él ni en ti!