255
Sólo quería hacerte feliz, pero nunca encajé con tu sonrisa y hasta ahora comprendo el motivo: no era yo quien la provocaba. Mis esfuerzos por alegrarte fueron nulos, apoyarte y acompañarte en los momentos amargos nunca fue suficiente, tristemente no me alcanzó el amor. Tus ojos estaban puestos en otro corazón y hoy apenas me doy cuenta de la razón, por la que mi amor nunca pudo ser correspondido.