33
Siempre que alivies el dolor de otro ser humano, tu vida no será en vano. Cada acto de bondad que realices tendrá el poder de transformar su propio mundo; extiende tu mano, ofrece una palabra de consuelo y está presente en lo que te sea posible, da tu apoyo de corazón y desinteresadamente, brinda el alivio que tú también has necesitado y habrás dejado huellas imborrables de tu paso por la vida. Cada vez que eliges aliviar el dolor de otro, estás contribuyendo a construir un mundo más humano, más amable y sobre todo, lleno de esperanza.