17
Si obtuviste lo que querías, pero perdiste tu paz, te quedaste sin nada, porque por ningún logro o reconocimiento debe sacrificar tu bienestar; cambiar tu tranquilidad por metas externas, hará que te agotes y sientas un vacío inexplicable que te hará perder la capacidad de disfrutar lo que has conseguido. Nada vale la pena si te arrebata la serenidad por eso aprende a priorizarte sobre cualquier triunfo para que no termines peor de lo que empezaste.