31
Se siente muy extraño no estar ni triste ni feliz, sólo estar sin sentir nada. Parece un espacio vació dentro de uno mismo donde todo continua, mientras que en tu interior hay una especie de silencio emocional que lo envuelve todo. No hay dolor, pero tampoco alegría: es un limbo invisible, una desconexión con todo. Las personas hablan, los días pasan y uno simplemente está presente y a la misma vez ausente con el alma dormida y el corazón sin brújula.