Sé muy bien lo que quiero, pero Dios sabe lo que realmente necesito, por eso me encamina cada día hacia ello, confío en los planes que tiene conmigo, es dueño de mi vida y guía cada paso que doy, cuida de mi apartándome de cualquier peligro, además de darme la sabiduría y fortaleza que necesito para obtener aquello que realmente me conviene.
