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Quien siembra buenas acciones, recogerá bendiciones, sin saberlo sin esperarlo caerá una lluvia de alegrías sobre su vida, un corazón bueno ya es feliz con el simple hecho de ayudar, Dios bendecirá grandemente su nobleza y buenas intenciones, el amor al prójimo, cada acto desinteresado es una forma personal de agradecerle a Dios la vida que nos otorgó.