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Quedarme sin ti, fue muy duro, pero desde entonces pienso más en mí. Enfrentarme al vació de tu ausencia derrumbo por completo mis ganas de vivir, pero tuve que enfrentar la soledad y reencontrarme, todo me llevó a reflexionar sobre lo que valgo y quiero, comencé a cuidar mi corazón y a ponerme en primer lugar sin sentir culpa, porque comprendí que todo va mejor si amo sin dejar de amarme.