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Que Dios alivie tu cansancio, reanude tus fuerzas y cuide de todas esas cosas que amas y te preocupan, mientras te liberas de la pesadez que hay en tu alma. Entrégale por completo tu vida, tus pensamientos y cada paso que das, porque Él renovará tu mente con ideas nuevas, le dará la fuerza necesaria a tu cuerpo para que continúes por el buen camino; así que anímate a seguir, Dios permanece junto a ti.