241
Nunca te canses de pedirle a Dios que te guíe porque Él nunca se cansará de escucharte y darte luz en los momentos más oscuros y difíciles. No dejes de hablar con Dios porque no hay quien te conozca mejor, no te desesperes, no cedas ante las dificultades, clama por su ayuda y Él vendrá siempre en tu auxilio con todo su amor.