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No todo aquel que puede mirar me ve realmente, ni todo aquel que cree conocerme sabe quien soy, porque cada día evoluciono, me transformo y aunque no pierda mis raíces transformo mis pensamientos, los fracasos son grandes maestros y de ellos he aprendido para acercarme a las metas que un día me propuse y ahora abrazo gracias a mi esfuerzo.