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No importa lo que haya pasado, Dios te sigue amando. Si sientes que de alguna manera le has fallado, lo mejor que puedes hacer es corregir tus pasos y reanudar por el buen camino; Dios no te discriminará por haber cometido un error, te ama y espera que caigas en cuenta de tus errores y hagas las respectivas correcciones.