14
Me resigné a no tenerte. No imaginas cuánto me costó aceptar que ya no estarías en mi vida de la forma que tanto deseaba. Fue un proceso difícil, porque soñé compartir mis días contigo, me aferré a la idea de lo que podría hacer sido, pero el tiempo y las circunstancias me enseñaron que debía eliminar por completo tan hermoso anhelo. Resignarme, no fue rendirme, sólo acepté la realidad y procuré encontrar en mi la paz, dejarte partir y seguir adelante sin el peso de un amor que no podía ser.