La normalidad es un camino pavimentado: se camina cómodamente pero no crecerán flores en él. Si no salimos de lo cotidiano ¿Cómo pretenderemos vivir nuevas experiencias? Por eso debemos romper con la rutina y atrevernos a más, soltar lo miedos, abandonar las comodidades y enfrentar al mundo de muchas maneras, esa es la única manera de evolucionar.
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