296
La mano de Dios te sostiene cada día. No tengas ninguna duda. Comienza cada nueva jornada con la plena confianza de que Él está siendo tu guía y que además te protegerá ante cualquier dificultad que se pueda presentar; no olvides poner de tu parte en todo cuanto realices. No tengas duda alguna, Dios siempre te acompaña y fortalece.