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La herida no la sanará el tiempo, ni el alcohol, mucho menos otro clavo, la herida cicatriza cuando finalmente entiendes que no era para ti, algo que seguramente no te convenía y lo mejor que pudo haber pasado fue haber fracasado, aunque sufras y sientas que el corazón se te rompe en mil pedazos más adelante la razón te hará comprender que quizás fue un golpe necesario.