Tú con tus grandes dudas y yo con mi eterna espera, inventa la excusa más tonta del mundo y escríbeme, rompe ese silencio que nos está robando el tiempo juntos, no me molesta recibir un mensaje tuyo aunque sea con el texto más absurdo, ya olvidé por qué dejamos de hablar pero siento que eres tú quien debe dar ese primer paso y saludar.