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Hoy te digo adiós porque no puedo obligarte a cumplir mis expectativas ni comprometer mi bienestar, esperando por algo que jamás va a suceder. Seguro que me equivoqué al idealizar un poco las cosas y eso me ha llevado a tomar a esta situación, y a tomar esta decisión. Ahora reconozco que cada uno piensa y siente de manera diferente, y es imposible que cambies tus ideas solo por mí.