44
Gracias por enseñarme como no quiero que me quieran. Sin quererlo me mostraste lo que duele, lo que no merezco y lo que no deseo volver a aceptar. Tus actos me revelaron que el amor no debe doler, que no se mide en silencios o sacrificios unilaterales. No quiero un amor que me robe la paz, que me descalifique constantemente haciéndome dudar de mi valor o que me obligue a dejar de ser para encajar con lo que otro quiere por su comodidad. Hoy te agradezco porque sin ti no hubiera podido darme cuenta de todo lo que no quiero volver a vivir.