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El silencio está lleno de latidos gritando su sentir. En la actualidad dicen que lo más correcto es guardarte lo que estás sintiendo, controlar tus impulsos y evitar las ansiedades, eso nos lleva a adoptar modas y estados que nos llevan a vivir en una agonía silenciosa que nos consume y enferma día tras día. Nada puede callar las voces de nuestros latidos, aunque no los escuche el mundo, están ahí recordándonos quiénes somos y qué es lo que verdaderamente sentimos.