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Con paciencia supiste adentrarte en cada rincón de mi corazón y ahora ya no puedo sacarte de mis pensamientos y por eso, yo me alegro. No sabes lo difícil que fue para mi creer en el amor, pero tú nunca te rendiste conmigo y me diste la oportunidad de bajar la guardia y no sabes cuanto me alegra saber que es a ti a quien puedo amar con absoluta confianza y libertad.