Cada hermoso amanecer nos confirma el amor infinito que Dios nos entrega diariamente. Con solo ver esa inmensidad del astro sol que asciende a ese hermoso cielo para iluminar cada rincón del mundo; ese cielo maravilloso que se expande y se tiñe de tantos colores para que nuestra alma se sacuda de felicidad, en esos actos y muchos más Dios nos demuestra cuanto nos ama.