122
Ama mucho, confía en pocos y no hagas daño a nadie. Tan simple como eso y no tendrás que sufrir cuando no te amén como quieres, ni tendrás que darle explicación a quienes ni la merecen; vivirás con la tranquilidad de obrar con el corazón y de la mejor manera posible, porque haciendo lo que te nazca y no lo que te convenga, tendrás una vida mucho más placentera.