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Vive plenamente porque a donde quiera que decidas ir, Dios permanecerá junto a ti, siempre. Así que no temas en dar cualquier paso, tú avanza con confianza, tienes la mejor guía y sin duda alguna Él querrá lo mejor para ti; aleja el temor de atreverte a vivir de verdad, habla con Dios, pídele su protección y ve con seguridad a cualquier parte.