169
Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas Juan 8:12. Él es la guía que necesitamos durante toda la vida, para no caer en la oscuridad del pecado y ser presas de la desesperación, la oración nos conecta directamente con su bondad, su luz cálida y preciosa, brindándonos todo su amor y protección.