99
Ya no muestro mi lado amoroso y dulce a cualquiera. He entendido que mi energía y mis sentimientos son muy valiosos, no todos merecen recibir eso que doy de corazón, porque no muchos apreciarán lo que les ofrezco. Ahora elijo con cuidado a quién le entrego mi cariño y mi tiempo. He aprendido a reservar esa parte de mí, para quienes de verdad me aprecien y me acepten como soy.