198
Y entonces supe que tu amor nunca fue mío. Mía fue la ilusión. De los dos, solo fui yo quien de verdad amó, esta relación por la que tanto apostaba solo fue una fantasía que inventó mi corazón. Deseaba entregarte todo el amor que nadie supo entregarte, pero tus acciones poco a poco me hicieron comprender que tu amor no puede pertenecerle a nadie.