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Todo vuelve a funcionar si lo desconectas un rato, incluso tú. A veces insistimos en seguir, en forzar en mantenernos en movimiento, aunque el cuerpo y la mente pidan a gritos un respiro, pero la verdad es que el descanso también hace parte del progreso y cuando te das permiso de hacer una pausa, respirar y soltar por un momento, todo dentro de ti comienza a ordenarse de nuevo. La mente se aclara, el corazón se siente más liviano y la energía se renueva. Por eso tómate una pausa sin preocuparte, es necesario y también hace parte de tu camino hacia lo que anhelas alcanzar, desconectarte no te hace débil, así relájate, mereces descansar.