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Tan linda y eterna se me hace la vida contigo, madre. Cuando me miras y sonríes, cuando me abrazas y de algún modo me rearmas el alma, curas todas las grietas que me han dejado las tristezas que no me atrevo a contarte; daría todo porque siempre estuvieras junto a mí, porque esos momentos que a tu lado vivo se hicieran infinitos.