213
Qué rápido pasa el tiempo cuando somos felices. Ese es el precio que pagamos por vivir momentos inigualables, por estar con personas increíbles, por hacer lo que nos dicta el corazón. Somos creadores de nuestra propia felicidad y es por eso que muchas veces los días parecen volar, porque tenemos tranquilidad y certeza de que somos nosotros quienes nos damos la vida que queremos.