243
Para el amor verdadero no hay un final, hay eternidad. Cuando es real trasciende el tiempo, creando un vínculo que permanece sin importar las circunstancias, es un amor donde la comprensión, el apoyo incondicional y la aceptación del otro, permiten que crezca y se mantenga. Ese buen amor permanece y nos acompaña en nuestro paso a la eternidad.