26
No puedes seguir empujando una puerta que está cerrada. Por más que insistas y mucha fuerza que le pongas, hay caminos que simplemente no están destinados a abrirse. A veces, la vida te cerrará puertas y no será para castigarte sino para protegerte y redirigirte hacia algo mejor, algo que si te convenga y haga creer. Aprende a soltar y a desistir a reconocer cuando es momento de detenerte, respirar y buscar nuevos rumbos. Sigue tu camino, lo mejor está esperándote.